Benahavís y San Pedro de Alcántara, una costa con estilo. Málaga
Benahavís goza de un privilegiado emplazamiento entre las estribaciones de la Serranía de Ronda y los municipios de Marbella y Estepona. Los ríos Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza surcan este territorio poblado por grandes masas de encinas, pinos y alcornoques. Desde sus montes se divisa hasta cien kilómetros de costa española y la franja litoral africana. Esta diversidad paisajística hace de Benahavís un lugar ideal para practicar senderismo y actividades recreativas en plena naturaleza.
Benahavís mezcla el tipismo de los tradicionales pueblos blancos de la provincia de Málaga con la modernidad de unas infraestructuras turísticas propias del siglo XXI. El municipio reúne una decena de campos de golf, diversos recursos para la práctica de deportes de aventura en un hermoso entorno natural y una variada oferta gastronómica.
El viajero podrá pasear por sus sinuosas calles, descansar en sus recoletas plazas o visitar el Castillo de Montemayor, la iglesia de la Virgen del Rosario, varias torres vigías erigidas en la época musulmana y el Palacio de Benahavís levantado en el siglo XVI siguiendo los cánones de la arquitectura nazarí. Benahavís es un destino de referencia en la Costa del Golf, al contar con un total de diez campos de 9, 18 y 27 hoyos. Dos de estas instalaciones forman parte de un selecto club que incluye una reserva de caza. El municipio dispone además de un club hípico con dos pistas y unas completas infraestructuras para acoger concursos y competiciones ecuestres.
San Pedro de Alcántara es un núcleo urbano dependiente del ayuntamiento marbellí, cuyo origen está en el poblado construído por el marqués de Duero en 1860, para albergar a los colonos que trabajaban en las plantaciones de caña de azúcar y algodón y en el ingenio azucarero, del que aún se conserva el edificio. El complejo industrial albergó, además, unas bodegas que producían un moscatel de gran calidad y una fábrica de alcohol, La Alcoholera, convertida hoy en teatro.
En la actualidad, San Pedro se ha convertido en un núcleo turístico de primer orden, con numerosas urbanizaciones de lujo, campos de golf, magníficas playas, aunque conserva rasgos de su pasado colonial reflejados en su Iglesia y en La Villa de San Luís. Posee, además, un rico patrimonio arqueológico romano y paleocristiano.
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